Entre
las tipologías que nos permiten acceder al auto-conocimiento y auto-regulación
de la cognición humana, podemos mencionar considerando el momento de la
evaluación, la tipología de instrumento de evaluación on-line y off-line.
Los instrumentos de evaluación on-line, son aquellos que nos permiten obtener datos acerca del funcionamiento cognitivo, durante la ejecución de la propia tarea. Aunque se constituyen como los más idóneos por la obtención de datos durante el propio curso de la acción, esto representa una desventaja por una posible interferencia negativa en el resultado final de la tarea. Instrumentos como las verbalizaciones (Pensamientos en Voz Alta) o conductas específicas por parte de la persona, demandan cierta respuesta durante la realización de la tarea, lo que implica una distribución de recursos cognitivos para la realización de ambos simultáneamente influyendo esto en el producto final. Una ventaja de estos instrumentos es la inmediatez del informe de la persona sobre sus procesos de pensamiento.
Otra
dificultad o limitante es la necesidad de instruir a la persona en la técnica
del pensamiento en voz alta antes de la evaluación con el fin de disminuir la reactividad
del método. Existe la posibilidad de que hayan personas contrarias a expresar
sus pensamientos privados en alto, lo que imposibilitaría la aplicación del
instrumento y esto representa una dificultad más a considerar, así como el
análisis de los registros, por ser una tarea ardua y dificultosa para el
investigador.
Instrumentos
on-line como la observación y el registro de conductas permiten evaluar los
procesos metacognitivos sin interferir en el resultado de la tarea de la
persona. Sin embargo, estos instrumentos presentan dificultades como la
interpretación de los datos, por la cantidad de inferencias que se debe hacer a
partir de la observación, así como la necesidad de contar con equipos
específicos para registrar datos, como grabadoras y videos, que dificultan el
planteamiento de la evaluación de manera contextualizada.
Las
Tareas de Investigación o Triple Tarea proporcionan información del coste o
carga cognitiva de la tarea así como de los procesos y estrategias cognitivas
que está realizando la persona al momento de la señal. Esto permite explorar el
dinamismo de los procesos cognitivos y metacognitivos durante la implementación
de la habilidad. Por último, las pruebas o ejercicios representan una ventaja
en cuanto a su aplicabilidad desde edades tempranas.
Los
cuestionarios presentan la ventaja de una fácil administración y corrección,
siendo por esto los más utilizados a la par de la entrevista. Sin embargo sus
limitaciones radican en problemas de validez y consistencia de las respuestas
de la personas. Igualmente sucede con la entrevista, cuenta con una ventaja de
fácil aplicación y procedimiento directo pero presenta la dificultad del tiempo
que supone el análisis de los datos obtenidos de la misma, que incluye un
análisis cualitativo y luego cuantitativo.
El
recuerdo estimulado presenta ventajas como la evaluación sin intrusismo,
permitiendo que el evaluado reflexione sobre sus procesos de pensamiento. Así
mismo, hace posible que el evaluador juegue con las preguntas en la búsqueda
del objetivo de la evaluación. Esta técnica no necesita de entrenamiento previo
para ser llevada a cabo.
Desventaja
de esta técnica es su carácter de retrospección demorada, por el que la memoria
operativa se ve limitada. Esto es, registrando audiovisualmente la realización
de una tarea para después ser vista y evaluada retrospectivamente. Esto
presenta un riesgo alto de olvido. De igual forma, esta técnica supone un
considerable coste y esfuerzo en la evaluación de los informes verbales
obtenidos en la sesión de recuerdo estimulado.
Si
nos propusiéramos a usar dos o más instrumentos combinados de evaluación
gozaríamos de ciertas ventajas. El primer objetivo debe ser, disminuir tanto
como sea posible las limitaciones que encaramos al hacer uso de ciertas
técnicas y aprovecharnos de mayores ventajas que otras nos ofrecen.
La
observación, a pesar de la dificultad en la interpretación de los datos, supone
una evaluación en la que sabremos que los resultados finales no serán alterados
por no ser ésta una técnica intrusiva. Así mismo, la construcción de pruebas
nos permite evaluar el componente metacognitivo del alumno ante determinadas
tareas que demanden para su realización el empleo de determinados conocimientos
o procedimientos metacognitivos. Es una técnica focalizada.
Si
combinamos estas dos técnicas con la entrevista y el recuerdo estimulado, estas
pueden servirnos de soporte y apoyo en este caso para nuestra observación junto
a lo fácil de su aplicación. Pudiéramos aprovecharnos del recuerdo estimulado
para reforzar lo que ya hemos observado y evaluado por medio de pruebas en vez
de depender solo del recuerdo de la persona en cuanto a los procesos
metacognitivos que empleó para determinada tarea.
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