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Trastorno por abuso de sustancias: Heroína, Cocaína, Drogas de Síntesis, Cannabis, Benzodiacepinas


El trastorno por abuso o dependencia de sustancias psicoactivas debido a la grave conflictiva personal, familiar y social que generan, se han convertido en una prioridad social y sanitaria actual. Además de que la elevada comorbilidad psiquiátrica y somática con la que estos cursan complica más su correcto abordaje.

Podemos clasificar el trastorno por abuso o dependencia, en Trastorno por abuso o dependencia de opiáceos y Trastorno por abuso o dependencia de Benzodiacepinas:

Dentro del Trastorno por abuso o dependencia de opiáceos encontramos que, las sustancias opiáceas se clasifican según su origen en naturales, sintéticas y semisintéticas y desde el punto de vista farmacológico de acuerdo con la naturaleza de la interacción con el receptor opioide: mu, delta, kappa. Los opiáceos actúan fundamentalmente  sobre el  SNC y el intestino y su consumo crónico acarrea tolerancia (efectos analgésicos, euforizantes, hipnóticos, depresores de la respiración) y dependencia farmacológica que viene determinada por el SAO: Síndrome de Abstinencia Opiáceo.
Dentro de los opiáceos están: la heroína, la cocaína, las drogas de síntesis y el cannabis.

La Heroína se obtiene del opio crudo. Puede consumirse fumada, esnifada o por vía intravenosa. Entre las complicaciones psiquiátricas que su consumo acarrea están los trastornos depresivos y los trastornos de ansiedad, aunque es difícil determinar si estos eran previos o consecuencia directa del consumo. Las conductas antisociales son típicas del enfermo consumidor de heroína. Las complicaciones somáticas están mayormente relacionadas con su forma de administración, siendo la administración intravenosa la que produce consecuencias más perjudiciales: tromboflebitis, hepatitis B y C, e infección por el VIH. Otras complicaciones pueden ser, edema agudo de pulmón, trastornos del ritmo cardíaco, hipoglicemia y reacción fatal aguda.

El tratamiento de la heroína cuenta con un primera fase de desintoxicación y tratamiento farmacológico del SAO (10-15 días). La metadona es el medicamento habitual. Agonistas como el dextropropoxifeno (desintoxicaciones ambulatorias) y la clonidina son también empleados y su administración depende de la tolerancia del paciente al medicamento y sus antecedentes previos. Otras estrategias farmacológicas son, la combinación de metadona con clonidina, los fármacos inhibidores de la encefalinasa y las pautas de desintoxicación rápida y ultrarápida. El Test de la Naloxona nos permite comprobar la finalización correcta del proceso de desintoxicación. La segunda fase es la de mantenimiento de la abstinencia o prevención de recaídas, siendo su tratamiento con fármacos agonistas opioides como la metadona, LAAM, buprenorfina, heroína o morfina de liberación retardada, o con fármacos antagonistas como la naltrexona.

La Cocaína es una droga de efectos estimulantes, que tiene implicación en los sistemas dopaminérgicos, serotoninérgicos y noradrenérgicos. Puede consumirse como hojas de coca, pasta de coca (bazuco), clorhidrato de cocaína (polvo, coca) o crack. Sus acciones dependen de si su consumo es agudo (euforia, bienestar, energía) o crónico (tristeza, desinterés, irritabilidad). Su consumo regular desarrolla tolerancia farmacológica y al cesar su uso un cuadro de abstinencia de tres fases: Crash (9hr-4 días), Abstinencia (1-10sem), Extinción (Indefinida). Entre las complicaciones psiquiátricas están: los ataques de pánico, episodios depresivos, maníacos, psicosis. Las complicaciones físicas pueden ser las crisis hipertensivas, arritmias, infartos del miocardio, hemorragias cerebrales, convulsiones, coma, paro respiratorio e incluso la muerte. Existen otras complicaciones que dependen de la vía de administración: Esnifado (rinitis, hemorragias nasales) Fumada (Afección a los pulmones) Vía intravenosa (complicaciones infecciosas) y en los puntos de inyección (abcesos, celulitis).
Los tratamientos incluyen aquellos dirigidos a modificar el mecanismo de acción de la Cocaína en el SNC: fármacos antidepresivos, estimulantes, dopaminérgicos, precursores de neurotransmisores y otros, y aquellos que impiden la entrada de la Cocaína en el SNC basados en las técnicas de inmunización y enzimáticas. Se distinguen dos vías: La administración de la vacuna anticocaína y la inactivación de la cocaína plasmática. 

Las drogas de síntesis son sustancias sintetizadas clandestinamente para consumo recreativo. Los tres grupos mayores son: los análogos del fentanil, de la petidina y de la anfetamina. Las más usadas en Europa son las derivadas de las feniletilaminas “pastillas” o “pastis”, que son de estructura similar de la anfetamina. Dentro de los derivados de ésta última, la más popular: El éxtasis. El MDMA o éxtasis es una droga de efectos estimulantes (anfetamínicos) y de discretas alteraciones perceptivas (sensopercepción). Dentro de sus complicaciones psiquiátricas están: las agudas, en las primeras 24 horas (pánico, insomnio, flashbacks), las subagudas, después de las 24horas y por semanas (somnolencia, astenia, depresión, ansiedad, irritabilidad, catatonia) y las crónicas, que pueden persistir de forma permanente (alteración de memoria, depresión, psicosis). Las complicaciones físicas  incluyen: golpe de calor (complicación grave de aumento de temperatura corporal), complicaciones cardiovasculares y hepatotoxicidad.

El Cannabis es una de las drogas más antiguas y más consumidas y en la actualidad es muy debatida su legalización. Se extrae de la planta del cáñamo y los productos más importantes que se obtienen de ella son el hachis, con un 10-20% de delta-9- THC, la marihuana, con un 1-5% y el tetrahidrocannabinol puro. El delta-9- THC es el responsable de los efectos psicoactivos. Los efectos clínicos son de aparición rápida de entre 10-30 minutos luego de la administración y estos se caracterizan por euforia, relajación, somnolencia, sensación de bienestar, alteraciones de la percepción. Después de su consumo provoca sequedad de la boca, taquicardia, aumento del apetito y reacción conjuntival. No es habitual la pérdida de control. El tratamiento es sintomático y entre las complicaciones psiquiátricas que ésta acarrea están la ansiedad, confusión y miedo que son más frecuentes en pacientes con trastornos psiquiátricos. Entre las complicaciones físicas están bronquitis, enfisema y riesgo neoplasia pulmonar. Su consumo crónico trae consigo el Síndrome Amotivacional, un trastorno del comportamiento caracterizado por pasividad, desinterés, pérdida de memoria y dificultad para solventar los problemas.

Trastorno por abuso/dependencia de Benzodiacepinas
 Las BZD es el grupo de medicamentos más preescritos en la práctica médica. Sus indicaciones principales son para el tratamiento de la ansiedad, insomnio, síndrome de abstinencia del alcohol, control del estado epiléptico y sedantes preoperatorios. Su prevalencia es elevada y el mayor consumo lo tienen las mujeres y personas de 50 a 65 años. Los efectos clínicos son la reducción de la ansiedad, la sedación y el aumento el umbral anticonvulsivante. Las BZD se dividen en tres grupos dependiendo de su semivida: De acción prolongada, de acción intermedia y de acción corta. La dependencia de las BZD se diferencian entre las que se focalizan en el abuso de dosis altas y las que se focalizan en el desarrollo de dependencia tras el uso crónico a dosis terapéuticas. Los pacientes que desarrollan dependencia a esta droga son:
-Politoxicómanos que también consumen benzodiacepinas
-Alcohólicos y pacientes que abusan de las BZD preescrita para el tratamiento de la ansiedad crónica o el insomnio.
-Pacientes con depresión o trastornos de pánico a quienes se les han preescrito dosis altas de la misma por períodos de tiempo prolongados.
El consumo crónico de benzodiacepinas puede producir dependencia física y síndrome de abstinencia, tanto si es usada a dosis superiores a las terapéuticas como el uso de dosis terapéuticas durante un tiempo prolongado. Los signos y síntomas de la abstinencia de BZD incluyen desde ansiedad, insomnio, nauseas hasta síndrome confusional, convulsiones y muerte.
Existen ciertos factores de riesgo para desarrollar este síndrome de abstinencia, como son, la clase de benzodiacepina (los de vida media corta se asocian más a estos efectos), la dosis (aumento de los efectos a dosis altas), duración (mayor duración del tratamiento, mayor predisposición) y personalidad (no está clara esta influencia)

El tratamiento se basa en:
Desintoxicación:
-Pacientes en mantenimiento a dosis Terapéuticas: debe ser de forma lenta y gradual.
-Pacientes que toman dosis supraterapéuticas: Debe realizarse en régimen de ingreso. No disminuirse más del 5% de la dosis semanalmente.
-Paciente politoxicómanos que toman BDZ entre otras drogas : Debe tratarse como los anteriores pero con mayor precaución.

Tratamiento psicológico y prevención de recaídas:
-Técnicas de reducción de ansiedad: relajación muscular, meditación, biofeedback, relajación inducida, etc.
-Prevención de recaídas: Técnicas cognitivas conductuales especialmente diseñadas para prevenir recaídas.

Quieres saber más:

-Bases biológicas de los Opiáceos 

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